Es ligero. Tiene escamas. Está repleto de ácidos grasos omega 3. ¡Es pescado!
Según la Asociación Americana del Corazón, el pescado es una buena fuente de proteínas y, a diferencia de muchos productos cárnicos grasos, no es rico en grasas saturadas. El pescado también es bueno para tu corazón y se ha demostrado que le proporciona otros grandes beneficios a tu organismo.
En otras palabras, ¡no querrás perderte todos los beneficios del pescado! Si se preparan correctamente, los frutos del mar pueden ser una adición sabrosa a una dieta equilibrada.
Aliméntate con pescado
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recomienda que las personas coman dos porciones de pescado por semana, especialmente los que tienen mayor contenido de omega-3 y menor contenido de mercurio. Algunos ejemplos incluyen el salmón, la trucha, las ostras, la macarela del Atlántico y el Pacífico, el arenque y las sardinas.
Saber dónde comprar pescados de alta calidad a veces puede ser un reto, especialmente si vives en el desierto como yo. Si bien no puedo ir en coche a un muelle y comprarle pescados y mariscos a un pescador local, puedo ir a un mercado de pescados cercano que trae por vía área frutos del mar frescos todos los días. La mayoría de las tiendas de comestibles también ofrecen una buena selección de frutos del mar frescos y congelados si tienes poco tiempo y necesitas algo práctico.
Fabulosas recetas de pescado
Hay un montón de excelentes recetas con frutos del mar por todos lados, incluso para las personas a las que no les gusta el pescado o para los más jóvenes y exigentes de tu familia.
Seamos realistas ¿Alguna vez has conocido a un niño al que no le gusten los nuggets de pollo? ¡Yo tampoco! Entonces, cambia el pollo por pescado la próxima vez que estés sirviendo nuggets de “pollo”, y apuesto a que tus hijos ni siquiera notarán la diferencia ¡Tu secreto estará a salvo conmigo!
Si el pescado aún no está en tu menú semanal de comidas, esta receta de bacalao tropical con espárragos seguramente te inspirará. ¡Disfrútala!