Nadie me dijo lo mucho que me preocuparía al convertirme en madre. Haciendo memoria, la preocupación comenzó en el momento en que descubrí que estaba embarazada. Me preocupaba saber si la bebé estaba sana, si se estaba desarrollando adecuadamente y si estaba bebiendo suficiente agua. Esa preocupación se mantuvo durante los nueve meses y cuando nació a través de una cesárea de emergencia. También continuó durante las primeras noches (¿estaba respirando?), hasta la infancia y cuando comenzó a ir a la escuela.
Los padres se preocupan por todo tipo de razones, pero una de las más comunes es la comida. Puede ser abrumador asegurar que tus hijos reciban la nutrición adecuada que necesitan para crecer y desarrollarse. Además de las frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos, la proteína es un componente importante en la dieta de un niño que lo ayuda a desarrollar músculos, le da energía y lo mantiene lleno.
Afortunadamente, hay un montón de opciones de proteínas amigables para los niños que deleitan sus pequeñas papilas gustativas. Te damos algunas formas fáciles de incorporar más proteínas en las dietas de tus hijos.
Como bebida
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, los niños pueden obtener la proteína que necesitan si beben la cantidad recomendada de leche.
Otra forma en que los niños pueden obtener proteína es con batidos, como Súper Smoothie IsaKids®. Este nutritivo bocadillo es ideal para un inicio equilibrado, un refuerzo después de la escuela o nutrición en cualquier momento. Súper Smoothie IsaKids contiene 10 gramos de proteína proveniente de vacas alimentadas con pasto que no han sido tratadas con hormonas o antibióticos de rutina y está disponible en sabores aprobados por los niños como el sabor Explosión de Fresa y Sabor a Galleta Crujiente y Helado.
Como merienda
A los niños de todas las edades les encanta comer bocadillos, eso no es sorpresa para los padres porque los niños siempre están en movimiento. Queman energía tan rápido que puede ser difícil evitar que sus tanques se queden sin combustible. En lugar de ofrecerles galletas de queso y galletas de animales, intenta ofrecerles bocadillos cargados de proteínas para que se sientan llenos más tiempo.
Ponle a las rodajas de manzana mantequilla de maní o sirve hummus con palitos de zanahoria. Queso bajo en grasa, carne para almuerzo, huevos duros, aguacate y nueces también son buenas opciones para un bocadillo saludable, balanceado y rico en proteína.
Para cocinar
Preparar la cena después de un largo día de trabajo puede ser un desafío. Pero, llenar a tus hijos de comida rápida puede contribuir a hábitos alimenticios poco saludables y afectar negativamente su salud.
En lugar de ir a la ventanilla para coches por una hamburguesa grasienta con queso, prepara una comida saludable, cargada de proteína, como espagueti y albóndigas de pavo en casa. Hay también muchas opciones vegetarianas abundantes y deliciosas como este estofado de camote, col rizada y frijoles blancos, perfecto para una noche fría de otoño.
Ahora que mi hija tiene casi 12 años, la preocupación sigue ahí, incluso más mientras navegamos en los años de preadolescencia (¡ayuda!) Y, según mi madre, nunca se detendrá. He aprendido que como padre, solo puedes pavimentar el camino para tus hijos; el recorrido depende de ellos.
En lugar de perder el tiempo preocupándome por cosas que están fuera de mi control, estoy trabajando para dejarme llevar y tener más confianza en mis decisiones de crianza. Y esa niña que ya no es tan pequeña es a quien debo agradecerle por ser mi mejor maestra.