Hoy, 22 de septiembre, es el Día de la Mujer de Negocios Estadounidense.

Pero tengo que decir esto: En realidad todos los días son el Día de la Mujer de Negocios. Si la canción “Run the World (Girls)” de Beyoncé no resuena en tu cabeza, adelante, súbele al volumen. Te espero.

Entonces, ¿quién dirige el mundo? Está claro: las niñas, las mujeres, las damas, las chicas, las jefas. Es la verdad. Todas lo sabemos, pero casi nunca nos dan el crédito.

Y, siendo las mujeres poderosas que somos, nos hemos conformado con eso. Pero la tendencia está cambiando.

Las mujeres exigen ser notadas. Entre el aumento de empresas propiedad de mujeres, el cambio en la perspectiva cultural y la lucha por cerrar la disparidad salarial, nuestra presencia se está notando.

Estamos escribiendo programas informáticos, formamos parte de consejos directivos, nos postulamos para cargos públicos, educamos a nuestros hijos, y somos propietarias de empresas, grandes y pequeñas.

El poder de trabajar en tus propios términos

El aumento de las compañías de mercadeo en red y de la economía gig en los años recientes han impulsado el poder que las mujeres aportan colectivamente. Si bien la cantidad de mujeres trabajando fuera del hogar ha aumentado de forma significativa desde 1950, de las que el 33.9% eligió seguir una carrera, actualmente las mujeres representan cerca de la mitad de la fuerza laboral de los Estados Unidos.

El mercadeo en red les permite a las mujeres tomar sus propias decisiones y trabajar donde les plazca, ya sea en casa o fuera de casa. Así que, sin importar lo que elijas hacer con tu pasión, eres dueña de tu propio destino.

Ser todo para todos

Han pasado literalmente siglos para que las mujeres lleguen a este punto. Pero lo que ha tomado más tiempo equilibrar es que (en su mayoría) la mujeres siguen estando a cargo de las tareas del hogar (incluida la crianza de los hijos) además de su carrera profesional.

Por fortuna, en la mayoría de los hogares esto ha funcionado bien. No olvidemos que los hombres no están todavía convencidos de que una mujer poderosa se haga cargo de todo. Pero díganme ustedes, ¿quién lavó los platos anoche después de trabajar 12 horas y haber pasado a recoger a los hijos a la escuela?

A veces, lo que hacen las mujeres después del trabajo es lavar y secar ropa, llevar a los hijos en la escuela y luego ir a recogerlos, llevar al perro al veterinario, llevar el almuerzo a la abuela, lavar el coche, hacer un entrenamiento de cuerpo completo en 45 minutos, y preparar la cena antes de las 5 p. m.

Pero, ¿es un mito que TENGAMOS que hacer todas esas cosas? ¿Somos, como mujeres, tan culpables como el resto del mundo en asumir el hecho de que tenemos que hacernos cargo absoluto de la casa, de todos quienes la habitan y de nuestra profesión?

Un acto imposible de equilibrio

¿A quién se le ocurrió que una vez que las mujeres entran al mundo laboral, tienen que quedar atadas absolutamente a su función de jefa del hogar y la familia?

Creo que eso no fue resultado de una votación unánime, pero supongo que simplemente ocurrió. Ir a trabajar, quebrarse el lomo por lo menos 12 horas y luego doblar las sábanas limpias.

Creo que llegó el momento de que hablemos de esto. Si en tu casa todos los adultos ya se repartieron las tareas del hogar, has dado un gran paso adelante. (Y probablemente estés menos agotada).

Es solo un mito, una idea preconcebida que nos hemos repetido (a veces ni siquiera en voz alta) de que las mujeres se hacen cargo de todo y por lo tanto deben realizar ese ridículo e imposible acto de equilibrio.

Y las reglas son… que no hay reglas. Tú creas las propias. Así que, en este Día de la Mujer de Negocios, celébralo teniendo una plática con tu pareja. Tal vez llegó la hora de reasignar las tareas. ¿Ya crecieron tus hijos? Quizás ellos pueden lavar los platos. ¿Tu pareja llega a casa a las 4? Pídele que doble las sábanas limpias.

Desafiando el mito

Mira, este mito del equilibrio está agotando a las mujeres, nos está acabando. No puedes equilibrarlo todo. La atención que le das a un hijo no tiene el mismo “peso” que una junta de negocios. ¿Y puedes cambiar tu cuidado personal por un aumento de sueldo? ¿Y por qué lo harías?

La verdad es que puedes conciliar la vida laboral y la vida personal en tus PROPIOS términos. Redefine lo que eso significa para ti, porque podría no ser lo mismo que para otras mujeres, lo que también es aceptable. Debes tomar las riendas de tu vida. Así que sacúdete el mito, empieza a comunicarte y sal a dirigir el mundo.

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