Ser adulto es difícil. Trabajo, facturas, responsabilidades, hacer mandados, cocinar para la familia… la lista sigue y sigue. Solo deseas volver a ser niño ¿Recuerdas aquellos días en que anhelabas ser adulto? La vida resulta algo irónica.
Cómo ver el mundo con los ojos de un niño
Recuerda lo que se sentía ser niño: jugar sin medir las consecuencias, no tener miedo de quién te mire o lo que pensaran de tus tonterías. Recuerdo los largos días de verano en la granja, dando vueltas en círculos hasta que estaba tan mareada que me desplomaba sobre la hierba y me reía al sentir mi corazón de 5 años a punto de salirse. Este verano, vi a mi querida sobrina de 1 año haciendo exactamente lo mismo. Después de que mi corazón dejó de derretirse ante su dulce inocencia, me acordé de una lección muy importante que todos deberíamos seguir una y otra vez: ¡Ya no te tomes la vida tan en serio y juega como un niño otra vez!
Todos necesitamos descansar de nuestra vida de adultos de vez en cuando. Y no tienes que ir muy lejos para encontrar a ese niño interior.
1. Haz una cita para jugar contigo mismo
Toma un bolígrafo y un papel y escribe las cosas que amabas de niño. Piensa por qué estas actividades te hacían feliz ¿Te gustaba bailar? Busca un gimnasio local con clases de baile en grupo ¿No hay uno cerca? ¡Sube el volumen de la música hasta 11 en casa y haz tu propia fiesta bailable!
2. Canta bajo la lluvia
¿Cuándo fue la última vez que te empapaste con la lluvia en lugar de correr para cubrirte? La próxima vez que comience a llover, piensa en tu niño interior y en cómo le encantaba chapotear en los charcos. Te animo a dar un paso más y hacer pasteles de barro. Solía hacerlo cuando era niña, ¡y son algunos de mis mejores recuerdos de la infancia!
3. Haz una caminata
Cuando éramos niños, no podíamos esperar para salir. Estar adentro era aburrido (léase: no había programas de Netflix para ver de forma compulsiva) y no podíamos esperar a que el clima se calentara para salir a explorar al aire libre. Se ha demostrado que estar en contacto con la naturaleza reduce el estrés y pone en perspectiva los problemas de las niñas grandes. Escuchar el canto de los pájaros, sentir el sol en la cara, y disfrutar la belleza simple de la naturaleza puede hacer toda una diferencia en el mundo cuando necesitas recargarte.
4. Come helado
Así es, lo escuchaste en un blog de salud y bienestar a comer más helado. ¿Qué hace que tu niño interior salga más rápido que una cucharada de helado de chocolate en un cálido día de verano? Aún mejor, haz una versión más saludable de helado con estas recetas ¡Todo el sabor, nada de la culpa!
5. Juega en un parque
Ve a un parque local o área de juegos para correr en la arena, trepar a las barras o deslizarte por el resbaladero, captaste la idea. O si solo quieres ver qué tan alto puedes columpiarte, hazlo también, ¡porque las mariposas en tu estómago pueden ser algo bueno! Te garantizamos que te reirás al intentarlo.
6. Come tus frutas y verduras
Y ahora este es nuestro ASP saludable para mantener tu juventud por más tiempo después de la infancia. Necesitas una dieta saludable con frutas y verduras que te aporte los nutrientes necesarios para un estilo de vida activo. Trata de comer el arco iris, esto significa que debes variar el color de tus frutas y verduras, ya que todas tienen diferentes nutrientes. Este patrón de alimentación saludable reducirá el riesgo de cáncer, problemas cardíacos, presión arterial alta, accidentes cardiovasculares y diabetes.
7. Monta en bicicleta
¿Cansado de hacer el mismo viaje a tu trabajo o simplemente buscas una manera de quemar más calorías? Si no has montado una bicicleta en años, no hay nada mejor que volver a hacerlo para ayudarte a conectarte de nuevo con tu niño interior, ¡y hacer algo de ejercicio al mismo tiempo!
8. Ignora el teléfono
Aquí es donde vuelve y juega la ironía ¿Recuerdas cuando pensamos que sería genial estar conectados a toda hora? Eso fue contraproducente, ¿no? Cuando regreso a la granja de mis padres, mi conexión Wi-Fi es lenta en el mejor de los casos, pero eso me recuerda que debo detenerme y disfrutar todos los paisajes que me rodean, y mi alma está instantáneamente más feliz.